THE BANGLES – MANIC MONDAY LYRICS

THE BANGLES – MANIC MONDAY LYRICS
09:20 a.m. 17/01/05 Hoy sí que empezó el tráfico.
10:38 a.m. 17/01/05 Inicio de un día ligeramente rutinario. Me despierto asombrosamente temprano. Mi mamá sale de casa antes de mí, y quedo solo en el apartamento. Busco la primera cosa caliente para beber: media taza de café remanente en el termo. Lo endulzo con una cucharada grande de azúcar morena. En el microondas un plato de pasta y una empanada frita. De qué manera nuestra visión de lo práctico nos impulsa a sacrificar los compromisos.
10:45 a.m. 17/01/05 me he estado sintiendo un poco enfermo desde el sábado. (Ya les contaré.)
10:46 a.m. 17/01/05 llegué a la oficina con ganas de «recreación y esparcimiento», y de algo dulce. A veces, las ‘ganas’ de comer, sobre todo dulces, las siento como si residieran en los dientes. La solución más fácil es acudir a la máquina de nescafé (¡a esta hora de la mañana!) La máquina en cuestión me devuelve el único billete de 1000bs. que tengo. Otro compromiso adquirido que casi se va por la borda el día de hoy.
10:50 a.m. 17/01/05 en fin, que he sentido ganas de romper un poco las reglas hoy. Hasta incluso fantasear, sin sentir asco, con actividades sexuales que nunca antes había intentado (algo relacionado con lo descrito el 07/01/05). Hoy parece que la búsqueda del placer está reclamando atención de parte mía.
10:53 a.m. 17/01/05 también he sentido gusto por detallar algunas cosas que había dejado en bruto. Retomé mi libro de sombras ayer, empecé a amarrar algunas ideas sueltas y encontré unos textos ideales para este blog, ya que tratan de los días anteriores a esta expedición que llamamos ‘trabajo’.
10:58 a.m. 17/01/05 estoy entendiendo lo que en inglés americano se denomina «sweet tooth«.
04:44 p.m. 17/01/05 cerca de donde trabajo, hay muchas tiendas de ropa y demás textiles, por volumen. Es decir, docenas, medias docenas, etc. incluso hay algunas que no venden piezas sueltas. Y por supuesto, no hay ropa, sin ropa interior. Y no podemos hablar de ropa interior sin mencionar la ropa interior femenina. En una esquina hay una tienda tentadora que ofrece 5 piezas por Bs. 5000. cada vez que paso por ahí me provoca un poco volver a las andadas. Para esas cosas, me atrae primero el precio. Habrá quien interprete que buscar las más baratas es una manera de menospreciarse. Reconociéndolo como un placer compulsivo, la mayoría de las veces he terminado deshaciéndome de las evidencias en un ataque; así que no vale la pena gastar tanto en un guilty pleasure.

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