Ese día [viernes 27], dos horas antes pasaban en sony un capitulo de las primeras temporadas de CSI Las Vegas en el cual el personaje de Nick Stokes, golpeado, adolorido, sedado y recién salido del hospital por un encontronazo durante la búsqueda de un asesino acosador, encuentra a éste en su casa. Y la manera en que manejó el asunto (con un cadáver en la sala y una pistola apuntándole a la cabeza), hizo que el capítulo valiera la pena. A Nick siempre lo joden. Como en el capítulo dirigido (¿y escrito?) por Quentin Tarantino. Ya empezó a escuchar voces. Después de las que le hicieron pasar, cualquiera se vuelve loco.
Otra referencia reciente de acoso estuvo hace pocas semanas en Questionable Content (questionablecontent.net) siendo la historia que Marten conoce a una chica en el bar, al confundir etílicamente el baño de damas con el de caballeros, y el lavamanos con el urinario. No hubo coincidencia, sino que aparentemente la chica llevaba tiempo observando a Marten (y a Faye), y decidió seguirlo hasta el bar. (Tendrán que leerlo para saber si es verdad lo que digo o no.) Todo termina con una descarga auto inflingida de paralizador. Marten, gracias por enseñarnos que nunca debes cruzar los brazos con un electrocutador en la mano. También hubo una buena carga de tensión sexual. Aparentemente, el acoso siempre atraviesa la tensión, obtención o represión sexual. Aparentemente algunos lo consideran una manera de obtener sexo. Pero por desgaste.
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