En el Banco

Tras la pared de las taquillas hay un enfriador de agua. Después de llenar mi botella transparente, me dirijo a mi escritorio. una niña se queda mirando la botella mientras camino y me siento. Ella se levanta y se sienta frente a mí.
‘Tengo sed. ¿Porqué no me das de tu agua?’
Esa botella ha sido intermediaria entre mis labios y el líquido por varias semanas. 
-Asco-
Yo bebía a pico de la botella.
‘Lo siento, niña, esta es agua de banco. La reciclan después de lavar a las monedas’.
-¡Asco!-

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